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Es hablar de ellas y es casi inevitable que no nos venga a la cabeza la imagen de Julia Roberts en “Pretty Woman” llevándolas. Esas botas que parecían mangas pasteleras gigantes y que es imposible ponérselas estando una de pie, eso requiere una habilidad especial, digna de las mismísimas contorsionistas del Circo del Sol. Aquellas de vosotras que las tenéis seguro que me entenderéis, no sé por qué extraña razón un pie (en mi caso es el izquierdo) entra perfectamente y el otro pie no hay manera de hacerlo entrar en menos de 30 segundos y además parando de 10 en 10 segundos para descansar, porque eso sí, cuando finalmente acabo con ellas puestas parece que lleve media hora dale que te pego en la bicicleta . [...]