[vc_row][vc_column width=”1/1″][vc_column_text]No se si os lo he contado alguna vez: me encanta sonreír. Quizás no es necesario que os lo diga porque seguro que lo veis en mis fotografías pero me ha parecido perfecto para llegar al asunto que os quiero contar hoy.
Las personas que me conocen bien saben que no puedo parar de sonreír. Además me río mucho y cuando empiezo con la risa “tonta”, me cuesta mucho controlarla y más aún si se que estoy en un sitio donde está prohibido o es de mal gusto reír. Entonces ya mejor ni me mires porque seguro que te contagio.
Recientemente.Una mañana cualquiera. Estando bajo la ducha. Me acordé de lo mucho que siempre sonrío y estuve un rato valorando el por qué, el cómo y el cuándo. Ya se que puedo obviar dónde estaba pero creo que es muy importante decíroslo puesto que muchas de mis ideas o decisiones más relevantes se deciden aquí, bajo la ducha.
Supongo debió venirme a la cabeza porque, recientemente, una gran amiga me lo recordó y me dijo algo así como “pase lo que pase, tu siempre sonríes, es una pasada. No se cómo lo haces” y yo le contesté, tienes razón pero no se por qué y me alargué diciéndole que va con mi actitud y mi modo de ver la vida, siempre desde un punto optimista. Aunque en muchas ocasiones es difícil pero he aprendido a rectificar.
Así que ya tengo decidido el claim que nos acompañará y si nadie se opone lo bautizamos como: “Vístete con una sonrisa” porque opino que el estilo nace desde el interior y que no sirve sólo con lo material. Y por mucho que lleves un super look sino sonríes, éste perderá todo su encanto.
¿Qué opináis? ¿Apoyáis la propuesta?
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Para finalizar, aprovecho la ocasión para deciros que próximamente ofreceremos servicios de Asesoría de Imagen. Estamos trabajando sin descanso para mostraros la nueva colección de Sombreros Cocolebrel y diseñando nuestros servicios que espero muy pronto conozcáis.
¡Gracias por leernos día a día! os envío un beso muy fuerte…
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