[vc_row][vc_column width=”1/1″][vc_column_text]Me refiero a esos “subidones” mañaneros ( y no seáis mal pensadas…) cuando al despertar, aterrizas de un brinco frente a tu buzón de correo electrónico, lo descargas y te das cuenta que quizás el día se te va a alargar un poquito con los sombreros que tienes que hornear y es que las rebajas están siendo muy duras aunque como dice el refrán:“sarna con gusto no pica” ¿verdad?
Incluso, la noche anterior cuando vas haciendo apuestas contigo misma y te preguntas ¿mañana qué? ¿lo petamos? y de repente se dibuja en tu cara una gran sonrisa.
Son las preguntas que se hace una optimista empedernida como yo antes de acostarse, pero que al final y aunque suene a idílico tener un buen karma funciona pero siempre añadiéndole una pizca de esfuerzo y dedicación.
Esos subidones,queridas, sólo y digo SOLO los he encontrado emprendiendo.
Que si, que no todo es estupendo y sino que se lo digan a mi vestuario mientras estoy escribiendo sobre emprender. Que porque no tengo un espejo delante que sino lo rompo y pa más inri dejo mi autoestima por los suelos. Para las interesadas, mi look actual se compone de unas zapatillas de “estar por casa”, que por cierto acabo de ver que no son las mías, más que nada porque me sobra medio palmo de talón por detrás, un pantalón del mismo estilo un poco “descolorio” y con unos pelos de culpable de siesta que no veas. Pero en fin, hoy no hablamos de mis looks precisamente, sino de emprender.
Pues bien, he consultado a mi amigo Google y me dice que emprender es empezar a hacer una cosa determinada, en especial cuando exige un esfuerzo o trabajo o cuando tiene cierta importancia o envergadura.
Y yo me pregunto: ¿Acaso planchar todo la santa, y digo santa tarde por no decir otra cosa, no es emprender? Para mí sorpresa y la de muchos, comienzo a analizarlo y me encuentro lo siguiente:
Cosa determinada: planchar
Exige esfuerzo o trabajo: sí rotundo
Cierta importancia o envergadura: buff evidente, tengo que cerrar hasta la puerta pa no verlo.
En definitiva, lo que os quiero explicar es que cada día emprendes, ya sea realizando un curso nuevo para ampliar tu ámbito profesional, realizar un viaje o incluso una nueva misión secreta ¡ahí lo dejo!.
A lo largo de estos 11 años que estoy presente en el mercado laboral, he emprendido de muchos modos, ya sea en mi trabajo o en mi vida personal, y me he caído aproximadamente más de la mitad de las veces pero y ¿qué? no por eso voy a dejar de hacerlo, lo importante amigas es no tener miedo, trazar un plan y tirarse a la piscina. Ahora mejor os recomiendo que sea cubierta que con las temperaturas que nos auguran igual ya no sales…
Mi consejo de optimista empedernida: Levántate, desayuna como Dios manda, vístete como tu quieras, mírate al espejo y dite a tí misma:
¿Salimos a comernos el mundo?
Por supuesto que SI
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
