[vc_row][vc_column width=”1/1″][vc_column_text]La semana pasada me dí cuenta hasta dónde llegan las grandes marcas comerciales para encontrar a sus potenciales clientes.
Pues bien, se me ocurrió participar en un sorteo en el que tenía que etiquetar una publicación de Netflix para tener un año gratis del canal (es que me muero por tener en casa las 24h la serie Sexo en Nueva York…) y como nunca me acuerdo de contratarlo, pues pensé: participo y a ver si hay suerte. Nunca suelo participar en sorteos de este tipo.
A raíz de eso y no habían pasado ni 30 segundos,empezaron a llover seguidores irreales en mi cuenta de Instagram, tales como Pull & Bear, Nike etc.
Y digo irreales porque no eran cuentas oficiales, sólo te siguen para que abras su perfil y veas que ellos también sortean algo y caigas en la tentación.
Me dió miedo del impacto de un solo click y ya no quise seguir porque la lista es tan infinita que seguramente todavía estaría etiquetando y haciendo pantallazos de perfiles para conseguir productos gratis.
En fin, una anécdota que quería contaros para que veamos lo controlados que nos tienen. Sabéis que soy una fiel defensora de las redes porque como marca me proporcionan mucho y puedo llegar a todas vosotras para intentar divertiros y mostraros todo lo que hacemos en Cocolebrel. Pero ésta es la parte de las redes sociales, que no me gusta nada de nada 👎🏾
Dicho esto,recuerda, que los domingos están hechos para dormir, leer, comer, escuchar música, ver películas, vestir en pijama y sin peinarse pero “always” con mucho “flow”.
Feliz día, nos vemos pronto…
Cocolebrel By Paula
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